La historia del cannabis sativa se remonta a hace miles de años, siendo utilizado por diferentes culturas en diversas aplicaciones, como medicina, textiles y rituales religiosos.

Se cree que su origen se encuentra en las regiones del sur de Asia y del subcontinente indio, y a partir de ahí se extendió por el resto del mundo. Los antiguos egipcios, por ejemplo, usaban el cáñamo para fabricar cuerdas y textiles, mientras que los antiguos griegos y romanos lo usaban como medicina.

En la Edad Media, el cannabis sativa fue llevado a Europa y se utilizó principalmente para la producción de fibras y textiles. Con la llegada del Nuevo Mundo, la planta fue llevada a América, donde se convirtió en una importante fuente de ingresos para las colonias inglesas.

A lo largo de la historia, el cannabis sativa ha sido objeto de controversia y ha sido prohibido en muchos países. Sin embargo, en los últimos años ha habido un resurgimiento en su uso medicinal y recreativo, y cada vez más países están legalizando su uso y producción.